Marisol Durán, nueva Rectora UTEM: “Es indiscutible la influencia que tuvo mi paso por la ULS en lo que soy hoy”

La titulada ULS es la primera mujer electa como Rectora en una elección con candidatos hombres de una casa de estudios del CUECH.

Una agradable conversación con la próxima Rectora de la Universidad Tecnológica Metropolitana, Marisol Durán, tuvo la Oficina de Seguimiento de Egresados ULS, donde se profundizó sobre su época de estudiante en la Universidad de La Serena y los orígenes de su liderazgo personal y profesional.

La titulada de Ingeniera en Alimentos ULS obtuvo recientemente el 73,8 % de los votos durante la segunda vuelta de la elección en la UTEM, convirtiéndose en la primera mujer electa como Rectora en una elección con candidatos hombres de una universidad del Estado de Chile y la segunda en ocupar dicho cargo en una de las casas de estudios del CUECH.

Cuéntenos sobre sus años de estudios en la Universidad de La Serena.

Ingresé a la Universidad en 1984 a estudiar Ingeniería en Alimentos y me titulé en 1992. Si bien terminé mis ramos en 1990, tuve que hacer mi trabajo de título con una investigación en el área de las ciencias que tardó unos dos años, ya que implicaba estudios comparados en la maduración de una fruta, lo cual es un proceso. Específicamente, el estudio consistió en la evolución de los azúcares y los ácidos orgánicos durante el proceso de maduración de la Chirimoya (Annona cherimola), variedades Concha Lisa y Rugada, en dos períodos de cosecha.

En esos años la Ingeniería en Alimentos era una carrera relativamente nueva, y brindaba una visión de cuáles eran las tecnologías que se iban a utilizar en el futuro en materia de alimentación. Me gustaba porque se nutría del ámbito de las ingenierías y de la ciencia, áreas del conocimiento que me interesaban, y que me permitían una formación más integral y transversal.

¿Cuáles son sus mejores experiencias en la ULS?

Mi experiencia en la Universidad fue muy enriquecedora, ya que no solo me permitió adquirir conocimientos, sino que además tuve la posibilidad de desarrollarme en un ámbito mucho más completo, de formación integral, a través del trabajo con los profesores, la participación en congresos y el vínculo con mis compañeros de la carrera y con otros de diferentes carreras al interior de la Universidad.

Realicé mucha actividad deportiva, llegué a integrar la selección femenina de voleibol de la Universidad, participando en varias competencias a nivel regional, por la zona norte y a nivel nacional.

También ejercí como alumna ayudante en la Escuela de Ingeniería en Alimentos, en los ramos de especialidad, de procesos alimentarios, en trabajo conjunto con los profesores que participaban de proyectos del PNUD y de desarrollo regional. Por ejemplo, recuerdo que nos llegaba una tonelada de Babaco y teníamos que producir ese producto en conserva y otros productos. Me correspondía organizar la planta piloto, los insumos, el suministro de vapor, que la caldera estuviera en uso en coordinación con los técnicos de la Planta piloto y el uso de las materias primas, y al final del día entregábamos la producción.

Ello demuestra que en la Universidad teníamos espacios para formarnos integralmente con posibilidades de desarrollo.

¿Mantiene contacto con algunas de sus ex compañeras o compañeros?

Fue muy grata mi experiencia con las y los profesores y mis compañeros y compañeras de estudio. Hasta el día de hoy nos comunicamos por diversas vías, por ejemplo, tenemos un grupo de WhatsApp, y tenemos como agenda hasta antes de la Pandemia encontramos de manera presencial periódicamente. Es un grupo de 50 o más colegas, que, en los últimos años, en junio o julio, nos juntábamos en La Serena un día completo, interactuando con nuestras familias. Pero llegó la pandemia y esa dinámica se interrumpió, sin embargo, estoy segura de que la volveremos a retomar en cuanto sea posible. Mientras, lo hacemos vía Zoom, en distintos grupos.

Como tal, en mi grupo de estudios entramos 80 a la carrera y al terminar el primer año quedábamos solo 15. En esa época no había mucha preocupación con las tasas de retención de los estudiantes. Y nos titulamos casi el 100 por ciento de esos 15, y aproximadamente un 70 por ciento somos mujeres.

Del grupo que estudió conmigo, debe de haber unos 10 que están haciendo clases en diferentes universidades, algunos en la propia Universidad de La Serena, otros en la Universidad del Bío Bío, y otros en la Universidad de Chile y en universidades privadas de la región de Coquimbo.

¿Desde cuándo tuvo claros sus planes a futuro en el ámbito académico y directivo?

En realidad, eso es algo que se va formando con el tiempo, no es una conducta muy premeditada, aunque sí es cierto que depende mucho del esfuerzo y la dedicación de cada quien, y de la motivación para con los estudios y del desarrollo como ciudadanos y ciudadanas. Incluso recuerdo la positiva influencia de mi profesor guía para que yo continuara estudios de posgrado en España luego de la enseñanza de pregrado, lo cual es señal de que veía futuro en mí y lo recuerdo con mucho cariño, aunque ya no esté entre nosotros el Dr. Luis S. Díaz Neira (Q.E.D.P), fue mi profesor guía y es un sentimiento que mantenemos quienes fuimos sus alumnos.

Tuve además una vida muy activa en la organización estudiantil, ejercí en el Centro de Estudiantes de la Carrera, como vocal en la Facultad de Ingeniería y en la Federación de Estudiantes, y creo que allí está el germen que da lugar al liderazgo que comienzo a desarrollar a lo largo de mi vida.

¿Cómo influyó su paso por la Universidad de La Serena en su posterior labor de docencia, autoridad y en particular el próximo mes en que tomará el sillón principal en una de las Universidades del Estado de Chile?

La respuesta a esta pregunta está expresada en todo lo que expliqué con anterioridad, es indiscutible la influencia que tuvo mi paso por la Universidad de La Serena en lo que soy hoy. Fue allí donde se gestó mi formación profesional, esa que me permitió emprender la trayectoria que hoy me ha llevado a ganar una elección en una universidad donde la inmensa mayoría sobre el 70% del cuerpo académico está integrada por hombres.

¿Hay algún mensaje que usted pudiera enviar tanto a los estudiantes actuales de la ULS, como a los egresados y titulados recientemente?

Creo que el mejor mensaje que podría enviarles en este momento es que confíen en sí mismos, que no se autoimpongan barreras, que siempre vamos a encontrar obstáculos disímiles en la vida, pero hay que proponerse vencerlos. En el éxito tiene un gran peso el esfuerzo personal y de superación del individuo, la dedicación que le entrega a su labor.

No detengan su capacidad de soñar, no permitan que la inercia los atrape, e independientemente de que todos cuidamos por instinto nuestros intereses personales, no dejen de pensar en el otro, en la sociedad a la cual nos debemos. Escrito por Jenifer Araya Mattos, Diveuls