Alejandra Florencia Olivares González
Profesora de Estado en Historia y Geografía ULS, 1998
Docente, Colegio Alemán La Serena.
Orientadora, Preuniversitario Pedro de Valdivia.
Magíster en Educación con Mención en Currículo y Evaluación. Universidad de Viña del Mar (2008).
- Profesora de Educación General Básica con mención en Alemán. Instituto Profesional Alemán Wilhelm von Humboldt. (2004)
- Curso 27 créditos (270 hrs) del módulo de clases e investigación y 105 hrs. del “Taller de Creación Histórica” del Doctorado en Historia de América Latina “El Poder y la Palabra”.
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla, España, enero a marzo de 2002.
¿Cuál es el mejor recuerdo de su paso por la ULS?
Mi carrera estaba en la Colina y eso fue algo que siempre agradece, la amplitud que se tenía al salir de las clases, el poder sentarse en el pasto o bien ir a la terraza a observar la bahía. Eso me ayudaba mucho a despejarme antes de entrar a otra clase o ir a estudiar.
Por otro lado están las eternas conversaciones mantenidas con los compañeros de carrera y/o universidad intentando “arreglar el mundo”, o simplemente riéndonos de las cosas cotidianas de la vida. Ese cariño casi familiar que se estableció entre nosotros fue un pilar muy importante a lo largo de mi vida universitaria.
También recuerdo las largas sesiones de estudio en las que logramos desarrollar las estrategias de estudio necesarias para abordar la cantidad de libros y contenidos que había que estudiar para cada prueba, eran noches y días de estudio grupal e individual, en las que organizábamos verdaderos coloquios sobre el tema del momento.
¿Quiénes fueron los docentes que más influyeron en esa etapa de su vida?
Recuerdo a varios docentes, algunos trabajaron directamente haciéndome clases, a otros los vi en Seminarios o Talleres. Todos te entregan algo, de todos aprendes algo, todos te dejan algo… Don Hugo Marín, Roberto Páez C. (Q.E.P.D.), Hugo Bodini, Llalile Llarlluri, Enrique Novoa, Edelmira González, Hernán Cortés, Oscar Silva, Bernardo Jopia, Marta Vitar, María Teresa Juliá, Jorge Catalán, Gonzalo Ampuero, Carlos Viviani y uno de los más cercanos a sus alumnos (pero no por eso menos exigente) Don Aníbal Mery, entre muchos otros que pudiera no recordar en estos momentos.
¿Qué destacaría de la formación profesional que recibió en esta casa de estudios?
En la carrera nos prepararon para poder desempeñarnos no sólo como pedagogos, también generaron en nosotros las habilidades para desenvolvernos en áreas relacionadas con la Historia, la Geografía, las Ciencias Políticas, etc. Esto se ve en la diversidad de funciones que cumplen sus egresados en el mundo laboral. Nuestra base es muy sólida y esto nos permite pararnos frente a cualquier desafío y poder abordarlo de la mejor manera.
¿Cómo calificaría su paso desde el egreso hasta la incorporación al mercado laboral?
No tuve problemas para incorporarme al mundo laborar, terminé en diciembre la Universidad y en febrero ya estaba contratada en dos colegios, en uno de los cuales sigo hasta hoy.
A su juicio, ¿cómo se forma a los profesionales de su carrera en la U. de La Serena?
En esa época era una carrera en la que no nos miraban sólo como futuros profesores, siempre nos pidieron que respondiéramos como si fuésemos a trabajar en algo de la especialidad, es decir, en los ramos de Historia se nos exigía como para ser historiadores, en los de Geografía como para ser geógrafos, en los de Educación como para ser educadores. Este buen nivel se podía observar en los congresos en los que nos encontrábamos con alumnos de otras Ues y carreras (Geografía, Arqueología, Antropología, etc.) donde nuestro nivel era muy parejo con el de ellos.
¿Considera que se debería mejorar la formación en alguna línea o área? ¿de qué forma?
Es una observación que he realizado siempre (y a todas las universidades que tienen pedagogía), es fundamental generar ramos en los que se le enseñe al futuro profesor a desarrollar una entrevista con apoderados, psicólogos y/o psicopedagogos. Pues cada vez estamos más inmersos en un mundo en el que se debe conversar a menudo o con los padres o con los especialistas que trabajan con el niño, y este ramo no existe en la mayoría de las universidades.
No estaría demás tener un ramo donde se estudie aquello que nos rige del código del trabajo y del estatuto docente (para aquellos profesores que trabajamos en el sistema privado), pues estamos al medio de ambos documentos legales y no sabemos hasta donde nos rige cada uno.
Promover sistemas de clases y evaluación más integradores, donde se ayude al alumno a expresar lo que sabe, más que tratar de “pillarlo” en lo que no sabe. Creo que esto se lograría, si se mostraran los diferentes estilos de educación que existen en la actualidad (Montesori, Waldorf, entre otros) que nos muestran caminos diferentes para lograr el aprendizaje en el alumno.
Desde su experiencia en este campo laboral, ¿cuáles consideraría las principales competencias con que debe contar un titulado de la carrera?
Las principales competencias apuntan directamente a una buena comunicación oral y escrita, a generar trabajo interdisciplinario, a ser un buen líder, a tener conocimientos básicos de Tics (tanto en su uso personal como en el trabajo de los alumnos). También debe tener interés por seguir perfeccionándose, por investigar, por generar un aprendizaje meta-cognitivo entre sus alumnos, etc.
¿Qué tipo de características personales debería cultivar un buen profesional de su área?
Primero tener en cuenta de que trabajamos con lo más sagrado de nuestra sociedad: los niños/as, por lo tanto ellos deben ser tratados con respeto y amor. Esto lleva a que la persona que trabaja como docente debe ser una persona equilibrada y sana emocionalmente, (pues el niño logra percibir lo que a uno le va pasando a diario). Debe ser coherente entre su hablar y actuar, debe ser honesta, comprometida, pro activa, paciente y firme (cuando se necesite serlo), debe ser capaz de ir reflexionando sobre el sistema educacional existente (y no sólo repetir lo que le piden haga a diario), deben ser críticos, analíticos, versátiles, alegres, etc. En definitiva personas con vocación de servir y educar.
¿Cuál considera que es el futuro para su carrera a nivel nacional e internacional?
Creo que tiene un buen futuro, pues está siempre re evaluando su malla y tratando de adaptarse a las necesidades del momento. Por otro lado, sería genial poder generar contactos con otros lugares del mundo, imagínense poder ir al extranjero a realizar una práctica de observación en un sistema educacional muy diferente al nuestro (metodología, horarios, etc.).
¿Cómo ha sido la experiencia con profesionales titulados de la ULS? ¿Le gustaría tener un mayor vínculo con egresados de esta casa de estudios?
¡Me encantaría !, siento que son momentos para que nos sentemos a compartir experiencias, miradas, rumbos que han ido tomando nuestras vidas y en definitiva eso nos permite alimentar nuestras almas y crecer.